Lo que sentí
la primera vez que lo ví,
aquel día
supe que era para mi.
Todo empezó
con un intercambio de miradas.
con una
sonrisa inexplicable,
que yo misma
recordaba una y otra vez.
Mi corazón
helado se descongeló al verle.
Mi forma de
actuar cambió, así de repente.
Y me aferré
a querer conocer,
ese cosquilleo que llaman deseo.
En ese
instante me hizo perder la cabeza,
sacó una
inmensa felicidad de mi.
Es pura
magia lo que me hizo sentir,
me puse a temblar solo con sentir su presencia.
Y eso, eso era pura ciencia.